El regreso del futbol, según el infectólogo Eduardo López, asesor del gobierno nacional, debería volver después de diciembre.
Así lo sugiere el experto, que es asesor del presidente Alberto Fernández, en la lucha contra la pandemia del COVID-19.
El médico expresó “como una chance” que el regreso de la actividad futbolística podría volver después del mes de septiembre y que con “temperaturas que ronden los 27 grados” para que el virus “no tenga capacidad de transmisión”.
Además, consideró que “diciembre es un mes de seguridad” para la vuelta del fútbol argentino, sin descartar que pueda concretarse algunas semanas antes, pero todo depende de cómo sea la curva de contagios.
En diálogo con la agencia de noticias estatal Télam, López señaló: “Creo que ese escenario hasta diciembre no va a estar, por eso diciembre me parece un mes de seguridad. Para la vuelta del fútbol, el coronavirus tiene que ser un virus de contagio ocasional, disminuir la cantidad de casos a un ritmo menor al 1 por ciento diario“.
Por otra parte, el especialista admitió que el fútbol integra la agenda de discusión del Comité de Expertos que conformó el presidente Alberto Fernández, pero “como una situación de espectáculo masivo”, de la misma manera que se da con otras actividades que también se encuentran completamente paralizadas desde el comienzo del aislamiento social, obligatorio y preventivo, que rige en el país desde el 20 de marzo.
“Si es el virus no tiene una franca caída no se puede comenzar a planificar nada. Hoy no es viable que haya fútbol y, por el momento, tampoco entrenamientos como se lo expliqué a (Sergio) Marchi (secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados) en una conversación reciente”, sostuvo el médico.
El Dr. López se explayó sobre “cinco puntos clave que producen agrupamientos importantes de personas” en los deportes de conjunto como el fútbol, el rugby, el hockey sobre césped o el básquet.
“El primero son los vestuarios, donde se juntan entre 20 y 30 personas y, como me decía Marchi, en muchas canchas del fútbol argentino son espacios reducidos en los que no podría respetarse el distanciamiento social. El segundo son los baños, con el mismo concepto que el anterior”, detalló.
“Tercero están los lugares para dar las charlas técnicas, que suelen ser cerrados y concentran 15 o 20 personas muy juntas; cuarto tenemos los comedores y por último los micros para el desplazamiento de las delegaciones”, agregó el infectólogo Eduardo López, quien además asesora al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.